Lagos

LAGOS

                A los lagos y otros depósitos de agua, también se les llaman aguas estancadas. Sus orígenes son diversos, entre ellos los siguientes:

Þ    Lagos que son el resultado de antiguos glaciares, tal es el caso de los Grandes Lagos de Norteamérica, como el Hurón, Eire, Ontario, Superior y Michigan.

Þ    Lagos restos de antiguos mares. Éstos se formaron por el agua atrapada en las depresiones de las zonas continentales cuando estas fueron elevados por grandes fuerzas verticales o epirogénicas que en un principio estuvieron sumergidas. Son de este tipo el mar Caspio, el mar Aral y el lago Balkash en el continente asiático.

Þ    Lagos formados en diversas depresiones, como es el caso de las fosas tectónicas y otras grandes oquedades del terreno. Un ejemplo de este tipo de lagos es el de Chapala en nuestro país y el mar Muerto en el Medio Oriente.

Los lagos varían mucho en extensión y profundidad. Cuando son alimentados por escurrimientos, deshielos y manantiales y son desaguados, generalmente son de agua dulce, en cambio cuando no tienen desagüe, la evaporación terminará por convertirlos en depósitos de agua salada, como el Gran Lago Salado de Estados Unidos de América y el mar Muerto, en Medio Oriente.

Los lagos por muy extensos que sean, terminarán por desaparecer a causa de la evaporación de sus aguas o bien por la acumulación de sedimentos en el fondo, acarreados por los ríos.